domingo, 28 de febrero de 2010

ah!!

no pude montar la de la naranja te la envio al correo Viktor!!! mil gracias abrazos

El Hombre Elefante

MARIA DEL MAR LÓPEZ ROJAS

VIII SEMESTRE DE LIC. EN ARTE TEATRAL

APRECIACIÓN CINEMATOGRÁFICA

EL HOMBRE ELEFANTE

Esta película estadounidense del año 1980, dirigida por David Lynch, fue rodada en blanco y negro y cuenta una historia de la vida real, la historia de Joseph Carey Merrick que nació en Leicester, Inglaterra el 5 de agosto de 1862 y falleció en Londres el 11 de abril de 1890. El fue conocido como "El Hombre Elefante", se hizo famoso debido a las terribles malformaciones que padeció desde el año y medio de edad. Condenado a pasar la mayor parte de su vida enrolado en el mundo de la farándula, sólo encontró sosiego en sus últimos años de vida. A pesar de su desgraciada enfermedad, sobresalió por su carácter dulce y educado, así como por una inteligencia superior a la media que sólo pudo demostrar en sus postrimerías. Aunque todavía no se sabe con absoluta certeza, se cree que Joseph pudo haber padecido una grave variación del síndrome de Proteus, del cual podría representar el caso más grave conocido hasta el momento. En el mundo ficcional del cine se muestran las injusticias que tiene que vivir este hombre, expuesto a la burla y al desprecio público en un circo donde viaja en condiciones infrahumanas hasta que es descubierto por un médico profesor, que interesado por la extraña patología de él lo salva de las garras de ese rudo “dueño” que vive a costa del sufrimiento del descubriendo así que los problemas de Joseph son físicos y no mentales, ya que él es un hombre noble e inteligente además muy educado y sensible; se convierte entonces éste personaje en una figura pública, el hospital de da posada y lo cuida. Frederick Treves el doctor le proporciona a Joseph la oportunidad de pertenecer a la sociedad como un ser especial y de tener una muerta digna.

Relaciono esta película con Ray Charles, película que también cuenta una historia de la vida real dirigida por Taylor Hackford estrenada en el 2004, el Personaje principal de ésta queda ciego desde niño, sin embargo su madre lo impulsa a ser auto suficiente, lo envía a estudiar a un colegio especial para discapacitados y le enseña que no debe sentirse menos por lo que le está pasando. Ray va donde un señor cerca de su casa que toca el piano y junto a él ya ciego desarrolla muy bien su sentido auditivo convirtiéndose en un excelente músico muy reconocido por su gran voz y desempeño al tocar el piano, se casa y forma una familia, pero la fama lo trastorna un poco y cae en las drogas de una manera excesiva, además el recuerdo de su hermano muerto lo mantiene atormentado ya que desde niño se sintió culpable por la muerte de éste que tuvo un accidente frete a sus ojos y él no pudo hacer nada. Luego de una vida de mujeres y muchas drogas Ray decide rehabilitarse para volver a su hogar y a su música de una manera sana, lo logra después de un gran síndrome de abstinencia, superando también la muerte de su hermano menor.

Lo interesante de relacionar estas dos películas en cuanto a sus personajes principales es que ambos viven situaciones difíciles con alguna deficiencia física y sin embargo logran ser respetados y reconocidos ante la saciedad, además pues que son de épocas y formatos muy diferentes, ambas cuentan la vida de dos personajes existentes en la vida real.

miércoles, 24 de febrero de 2010

EL HOBRE ELEFANTE Y EL JOROBADO

HECTOR ANDRES ALDANA.
PRINCIPIOS DE DIRECCION.
SEMESTRE: X.
FEBRERO-24-2010.
EL HOMBRE ELEFANTE.
En el personaje de jhon merrick siempre se cita como el rasgo más significativo de su carácter el coraje que supo imponer desde el primer momento a la inhumana crueldad de su enfermedad. Tampoco dejó de maravillar a sus interlocutores el trato dulce y educado que dispensaba, así como la sensibilidad especial con la que Merrick solía teñir sus impresiones. Llegó a trascender ampliamente el episodio en el que, ya al final de su vida, después de que una mujer le diera por primera vez la mano, Merrick se deshiciera y rompiera a llorar por la intensa emoción que le produjo no sentirse rechazado; sentimiento al que habría que unir la especial admiración que siempre sintió por el sexo femenino. Sin embargo, póstumamente el rasgo que mayor interés ha despertado de la personalidad de Jhon Merrick es cómo después de las humillaciones, las palizas y el ostracismo al que fue sometido, se mantuviera desprovisto de rencor, y siempre consiguiese sobreponer su carácter dulce e inocente. Tanto es así que Ashley Montagu, reconocido antropólogo de la Universidad de Princeton, escribió un estudio acerca de este increíble aspecto de su personalidad titulado "El Hombre-Elefante: Un Estudio acerca de la Dignidad Humana". Por otro lado, y aunque durante largo tiempo de su vida se ignoró esta otra destacable cualidad, a Jhon Merrick se le reconoció una inteligencia por encima de la media.
Podemos ver en la película que Tenía un vocabulario extenso y, a pesar de haberse pasado la mayor parte de su vida en el ambiente de la farándula, no sólo sabía leer y escribir correctamente, sino que aún lo hacía con estilo notable; hechos que, en el Londres victoriano de fines del siglo XIX, resultarían sobresalientes para cualquier persona de clase media o baja. Precisamente es de los estudios de sus escritos de donde se deduce una persona de carácter ingenuo e infantil, y de mirada maravillada y simplificadora. Por último, es imprescindible subrayar el profundo amor que nunca dejó de sentir por su madre, mujer hermosa cuya muerte, incluso por encima de su atroz enfermedad, y en un gesto de admirable humildad, siempre reconoció y padeció como la tragedia más grande de su vida. Quizá porque con su ausencia se le despojó de todo amor, y porque fue la única que vio tras él al hijo y a la persona.
EL JOROBADO DE NOTRE DAME.
Es un niño jorobado que fue abandonado al nacer cerca de la catedral de Nuestra Señora de París( notre dame), supuestamente era hijo de una gitana. Solo puede utilizar un ojo, ya que el otro lo tiene casi bloqueado por la deformidad de su rostro, y quedó casi sordo por el tañir de las campanas de la catedral, de los cuales él se encarga y las cuales significan todo para él antes de conocer a la joven gitana Esmeralda, de quien se enamora por ser ella la primera que le mostró bondad.
Quasimodo es odiado por el pueblo de París a causa de su deformidad, gracias a lo cual posee un caracter taciturno y retraído. Sin embargo, posee una gran valentía, astucia y un corazón noble. Antes de Esmeralda, la única persona importante para él era el archidiácono Frollo, quien lo adoptó cuando fue abandonado en la catedral entre los niños expósitos.
El final de Quasimodo es sumamente dramático: cuando ve, desde lo alto de Notre Dame, que Esmeralda es asesinada y él no podrá llegar a tiempo para salvarla, su alma se entristece y decide morir junto a ella.
Una de las características más importantes sobre él es el cariño que siente por la catedral Notre Dame de París, en donde vive. Victor Hugo describe esta relación como si el campanero y la catedral fueran una sola alma unificada. Es allí en donde Quasimodo tiene su refugio del mundo que lo repudia injustamente.
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Podemos observar que en las dos historias existen similitudes ya que es importante resaltar como la sociedad y el publico concibe la fealdad y la deformidad como algo espantoso… que no permite dentro de los cánones sociales aceptar, que todavía no dejan de asombrar tales impresiones de lo que tal vez es imposible, es decir la existencia de estos seres… desde este punto es interesante porque existe una paradoja de las características que la sociedad le impone al ser humano, es decir, el feo es malo y demonio y el bello es bueno y noble.
En las dos historias los autores y directores lo hacen notable para demostrar la crueldad de las personas de lo desconocido y que realmente pasa con estos personajes dentro de sí mismos, quiero decir que no son las únicas personas que nacen o adquieren una deformidad. Está el caso de el hombre más grande del mundo y también el más pequeño… y es impresionante darnos cuenta que estos seres que están señalados y han sido humillados pueden salir adelante, y que verdaderamente encontramos ese tipo de personas que tienen estos problemas físicos, que a la final cuando terminan de aceptarse como tales el significado que las personas han tenido sobre este, cambia y se transforma.

ROAD MOVIE SEGUN WIKIPEDIA

Road movie (literalmente "película de carretera", en inglés) es un género cinematográfico cuyo argumento se desarrolla a lo largo de un viaje. Herederas de la tradición literaria del viaje iniciático, que se remonta a la Odisea homérica, las road movies combinan la metáfora del viaje como desarrollo con la cultura de la movilidad individual de los Estados Unidos y el Occidente opulento después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la posesión de un automóvil se vuelve uno de los signos de la identidad adulta.

Los orígenes del género datan de la época clásica del star system de Hollywood, pero comienza a distinguirse específicamente de otras temáticas en los años 1960, con obras como Rebelde sin causa y Salvaje; la madurez le vendría con piezas como Bonnie y Clyde y Easy Rider, donde la noción del viaje es parte explícita de la temática.

En general, las road movies tienden a una estructura episódica, en que cada segmento de la narrativa enfrenta a los protagonistas con un desafío, cuyo cumplimiento revela parte de la trama. En las road movies iniciáticas, en la tradición del Bildungsroman, el viaje revela al héroe algo sobre sí mismo en lugar de sobre el lugar al que ha llegado. Sobre este modelo pueden organizarse distintos modelos; si bien en la tradición del final feliz el corolario del viaje es el triunfo del héroe en su lugar de destino y el retorno a casa, las variantes pueden presentar un nuevo hogar en el lugar de destino, un viaje infinito, o —una de las formas preferidas de la épica romántica— la anagnórisis del personaje, que descubre que el conocimiento adquirido le hace imposible regresar a su origen, escogiendo la muerte o el exilio definitivo en su lugar.

Una notable característica de las road movies suelen ser sus bandas sonoras, principalmente se desarrollan con música originaria, como el caso del country en las norteamericanas o el folkclore y el rock argentino en las películas argentinas. Normalmente se conocen a las canciones como "música de ruta" o "música de carretera" que se identifican con los paisajes y los personajes de las road movie

martes, 23 de febrero de 2010

PAISAJE EN LA NIEBLA

Paisaje en la niebla
TÍTULO ORIGINAL
Topio stin omichli

AÑO 1988

DURACIÓN 127 min. Trailers/Vídeos


PAÍS Grecia / Francia / Italia


DIRECTOR Theodoros Angelopoulos (AKA Theo Angelopoulos)

GUIÓN Theodoros Angelopoulos (AKA Theo Angelopoulos),
Tonino Guerra, Thanassis Valtinos

MÚSICA Eleni Karaindrou
FOTOGRAFÍA Yorgos Arvanitis
REPARTO Tania Paleologou, Michalis Zeke, Stratos Giorgigoglou

PRODUCTORA Coproducción Grecia-Francia-Italia
PREMIOS 1989: Premio Félix mejor película europea. 1988: Venecia: León de Plata

GÉNERO Drama

SINOPSIS Dos niños griegos en busca de un padre hipotético, inician una fuga hacia Alemania. Toman un tren y reencuentran, en el transcurso de su iniciático viaje, el bien y el mal, la verdad y la mentira, el amor y la muerte, el silencio y el verbo. (FILMAFFINITY)


Paisaje en la niebla (1988)
Escrito por Juan José Beteta
Miércoles, 21 Mayo 2008
Dir. Theo Angelopoulos | 127 min. | Grecia / Francia / Italia
Intérpretes:
Michalis Zeke (Alexandros), Tania Palaiologou (Voula), Stratos Tzortzoglou (Orestis), Vassilis Kolovos (Truck Driver), Ilias Logothetis (Seagull), Mihalis Giannatos (Train Station Guardian)
Esta es una bella y extraordinaria película, realizada con los medios más simples y sencillos que quepa imaginar, pero con una significación y riqueza estéticas difíciles de igualar. Nunca como en este filme se podrá comprobar la importancia de la ambientación, no sólo para la creación de una atmósfera determinada, sino también para generar el sentido general de esta obra. Conforme avanza la acción, lo que parece un trasfondo se va convirtiendo en un destino y el viaje de dos niños en busca de un ilusorio padre en Alemania deviene en un trayecto vital que rebasa la anécdota y se proyecta hacia otros contenidos.

Esta es una bella y extraordinaria película, realizada con los medios más simples y sencillos que quepa imaginar, pero con una significación y riqueza estéticas difíciles de igualar. Nunca como en este filme se podrá comprobar la importancia de la ambientación, no sólo para la creación de una atmósfera determinada, sino también para generar el sentido general de esta obra. En ese sentido, el título está completamente justificado, no se trata de un mero trasfondo para un relato de carretera sino que, por el contrario, lo convierte en una ruta hacia la trascendencia en su sentido más amplio.
Para empezar, el “paisaje” de la película es muy distinto del que habitualmente nos ofrece Grecia en sus promociones turísticas. No hay aquí el luminoso sol de las islas griegas, ni las casitas blancas con sus techitos azules en espléndidos acantilados y playas al pie de un mar fulgurante. En cambio, la acción transcurre casi totalmente en exteriores, en zonas marginales y desoladas, donde aparecen ocasionalmente instalaciones industriales y en carreteras, todo ello “bañado” por la niebla y llovizna casi permanente, con predominio de los tonos grises que nos hacen recordar el invierno limeño. La única ciudad identificada es Salónica, pero sólo se la ve a lo lejos, desde las orillas del Egeo. Los interiores son tan precarios como escasos: un pueblo casi abandonado, cafeterías en la carretera, una discoteca poco concurrida, el vagón de un tren, todos lugares de paso.
Conforme avanza la acción, lo que parece un trasfondo se va convirtiendo en un destino y el viaje de dos niños en busca de un ilusorio padre en Alemania deviene en un trayecto vital que rebasa la anécdota y se proyecta hacia otros contenidos. Los dos pequeños protagonistas descubren, una el sexo y el amor, y el otro el mundo del trabajo; en ambos casos, el tratamiento es objetivo y distanciado. Sin embargo, el planteamiento inicial del filme y el comienzo de la aventura de los niños –gracias a la citada ambientación– ya ha enganchado emocionalmente al espectador. Pero, luego, esta road movie empieza a desperdigarse un poco. Junto a estas y otras acciones definidas en el filme, hay también una serie de situaciones indeterminadas; y, entre ambas, por obra justamente de este cierto desorden, surge un juego de sugerencias que constituyen la clave de esta película.
En principio, aparece y reaparece un joven conductor (y motociclista) de una compañía de actores que deambulan sin rumbo fijo y él mismo reconoce que anda perdido por la vida. Más adelante se sugiere una condición homosexual del personaje, lo que frustrará a la joven heroína. En cuanto a los actores, éstos lucen algo alucinados, aunque sus dichos corresponden a la represión (o traición, según se vea) de los comunistas tras la Segunda Guerra Mundial, impuesta por los acuerdos entre Churchill y Stalin para los Balcanes. En consecuencia, podemos suponer aquí que Angelopoulos muestra a la joven generación (representada por el motociclista), desorientada ideológicamente y a la vieja generación (los actores) en decadencia debido a el citado trauma político de posguerra. Estas sensaciones de derrota, fracaso y soledad de estos personajes se acentúan con el paisaje, que adquiere aquí toda su real dimensión ideológica. Al ver esas aisladas plantas e instalaciones industriales estamos viendo realmente ruinas, pero no los restos arqueológicos de la cultura griega, sino las mismas ruinas de la modernidad. El desconcierto no es otro que el producido por la desintegración de los paradigmas de una era histórica dominada por el industrialismo y la inexistencia de un paradigma alternativo o sustitutorio. Y cuando vemos esa fascinante escena del helicóptero que extrae del mar la escultura de esa mano gigante, pareciera que las ruinas de lo que se considera la raíz de la cultura occidental estuvieran más vivas que esas fábricas que subsisten en medio del descampado.
Otro contraste sugerido es el del pequeño pueblo donde descansan los protagonistas y ese paisaje desolado e industrial que describimos. Hay un poco de calidez y acogida en estas locaciones, incluso en la oscura y semivacía discoteca. El nexo (débil, como los demás que podamos encontrar) entre estos espacios y el ámbito del paisaje es la escena del izamiento de la bandera, que nos sugiere las relaciones entre lo ideológico y el desarrollo de lo meramente individual. Las escenas fuertes y dolorosas se combinan con otras casi surrealistas, pero todo transcurre como si nada pasara; no hay explosiones melodramáticas, pero sí mucho silencio y –sobre todo– un tempo lento que junto con la niebla nos va envolviendo en ese transcurrir frío y distanciado. Mientras el director nos va introduciendo con sus planos secuencias a esos ámbitos sugeridos, a esos entresijos que van dejando los contrastes arriba descritos. Lo determinado y lo indeterminado conviven y se oponen suavemente y destilan un tránsito y un devenir que alcanzan su plenitud en la secuencia final; luego de la incierta travesía para pasar al otro lado del río. Ese fluir no es otra cosa que el tiempo y a lo que éste aspira: la trascendencia.
Hay quienes discrepan con este desperdigamiento de acciones y situaciones durante la travesía de los dos protagonistas, lo que prolongaría innecesariamente el filme. Por ejemplo, Aarón Rodríguez (en su por otra parte conciso y notable comentario) piensa que “el director se enmaraña en sus habituales disquisiciones y (…) la cinta pierde algo de fuelle y de efectividad dramática (…) A Angelopoulos le falta el dominio de la elipsis (…) le falla, quizá, ese saber cortar en el punto exacto y no mostrar aquello que podría parecer superfluo o gratuito. Aunque no lo sea (…) en este Paisaje en la niebla uno tiene la sensación de que la historia se hubiera podido contar en hora y media, quizá en menos”.
Mientras que otros, en cambio, piensan exactamente lo contrario, es decir, que la película es “redonda”; es el caso de Quin Casals: “Para mí, Angelopoulos es un gran director al que de vez en cuando se le va la mano, por lo que teniendo capacidad para hacer obras redondas, le acaban saliendo ovaladas. Ello no quita, reitero, que sigan siendo magníficas, superiores en todo caso a la media. La excepción es Paisaje en la niebla, la única suya donde percibo que nada sobra, que todo está en su sitio, que la cámara se mueve como el poeta escribe y que la lectura simbólica no es un guiño para iniciados sino una profunda, bella, introspectiva reflexión sobre la condición humana”.

En realidad, creo que en este caso es indiferente si se alcanza la redondez o no. En esta película (y contra todo lo que siempre he creído) pienso que dejar cabos sueltos es un síntoma de libertad por parte de Angelopoulos. Y que más bien conviene que hayan elementos de indeterminación, situaciones vagas, juego de sugerencias y tiempo para que estos elementos queden flotando en el aire, en nuestra mente y en nuestro recuerdo. La duración es fundamental en este director ya que el tiempo funciona tanto a nivel de la forma como del contenido de Paisaje en la niebla. A esto se refiere el director cuando en una entrevista dentro del DVD explica a su famoso guionista Tonino Guerra que mientras los italianos beben café, los griegos lo saborean, gota a gota. Y eso es lo que ocurre con el tiempo: el cineasta lo “saborea” minuto a minuto. Todavía ahora, después de una semana de haber visto esta película, siento nostalgia por algunos momentos sobre los que quisiera volver. Es admirable cómo el minimalismo de este director puede apelar a nuestros más profundos sentimientos, dejándonos una huella –valga la reiteración– duradera.

domingo, 7 de febrero de 2010

BIENVENID@S

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